INTRODUCCIÓN

¿Has vivido alguna experiencia donde has orado y Dios te ha contestado? Si lo ha hecho en alguna ocasión, ¿puede hacerlo otra vez? La fe es una decisión; es proponerse el seguir creyéndole al Señor a pesar de lo que acontezca.

DESARROLLO

Jesús en una oportunidad se encuentra con unas personas ciegas y les pregunta qué era lo que necesitaban de él. Al clamar por sanidad, les dijo: “Conforme a vuestra fe, os sea hecho”(Marcos 10:27-29). Es decir, el Señor tenía la plena voluntad de sanarlos pero era necesario que actúen con fe. Sin duda, cuanta más fe pongamos en práctica, mayores cosas serán las que viviremos!

¿Cómo aumenta la fe? La fe aumenta cuando estamos en contacto con la Palabra de Dios, ya sea a través de las reuniones en la iglesia, las células, escuchar prédicas, leer la Biblia, etc..

La fe es perseverante, debe ser firme.

En Hebreos 12:1-3 habla de permanecer firme, de no desanimarse y perseverar en la fe. Desde el momento que le dimos lugar en nuestra vida a Jesús, estamos corriendo una carrera. La cual no es una carrera de velocidad sino más bien de resistencia. Es necesario llegar a la meta. Por tanto debemos cuidar el corazón y seguir a pesar de las heridas del alma hasta llegar a lo que Dios tiene preparado para cada uno de nosotros. ¡Tenemos el mayor ejemplo en Cristo Jesús! Él corrió la carrera, sorteó los obstáculos y llegó a la meta suprema.

Entonces ¿cómo perseverar en la fe? A continuación veremos 4 puntos a tener en cuenta para llegar al objetivo que Dios ha pensado para cada uno de nosotros:

  1. Evitar el peso. Evita las cargas innecesarias, no le des lugar a las distracciones. Tú tienes tu propia carrera, es decir, no te compares con otros, puesto que cada uno tiene sus tiempos y sus objetivos. No permitas que los demás intenten que cumplas con sus expectativas. Tú tienes tu propia carrera. El éxito no tiene que ver con números o logros sino que es el estar viviendo en la voluntad de Dios y en su tiempo. ¡Se fiel en lo poco porque Dios te va a dar mucho más! No te compares, enfócate en tus metas y sigue con el propósito que Dios ha dispuesto para ti. No le des lugar a la duda ni al desánimo. En Isaías 43:18 habla de no habitar en el pasado. No cargues con equipaje demás. Si has tomado malas decisiones, ya es tiempo de perdonarte y perdonar a quienes te han herido. ¡Tu presente es más valioso que tu pasado! Hoy puedes elegir mirar hacia lo que Dios va a hacer en tu vida! ¡Eso es la fe!

 

  1. Recordar la recompensa. Si te preguntas ¿para qué sirven los esfuerzos, la santidad, el perdón? Es porque debemos recordar que las razones para mantener la fe tienen que ver con imitar el ejemplo de Jesús. Él tuvo que pasar por el oprobio, la vergüenza, la burla y la humillación y sin embargo llegó a lo que Dios esperaba de él porque tenían bien en claro el objetivo. En Hebreos 11:6 habla de lo que le agrada a Dios y es la fe. No apunta a la cantidad de acciones buenas sino más bien a lo que cree tu corazón. Sin duda, el mirar hacia adelante con esperanza, es lo que él espera de ti. AL final del camino te espera tu recompensa! Dios ve tu perseverancia, aunque nadie más lo note. En 1 Corintios 9:25-27 habla de enfocarse y no darle lugar a la distracción. La recompensa que te espera en esta vida es buena pero no se compara con lo que Dios ha dispuesto para ti, por gracia en el plano eterno! En Hebreos 6:12 la Palabra dice que debemos ser esforzados y no dar solo lo que nos resulte fácil, siendo perezosos. Levántate y resplandece porque la recompensa para tu vida será hermosa!

 

  1. Resistir el desánimo. Si quieres terminar lo que has comenzado, en todo orden de la vida, no hay que darle lugar al desánimo sino seguir adelante. Aunque es fácil a veces perder el ánimo, el Señor dice que optes por no abandonar las fuerzas. El desánimo no es un espíritu sino que es una elección. Se puede pensar bien o pensar mal, abocarse a ver lo positivo o enfocarse en lo negativo. Se puede valorar las virtudes y buscar cambiar las debilidades o compararse con otros y hundirse en la queja. Cuando uno se comienza a desanimar ya no es efectivo y se desactiva espiritualmente. La vida es difícil para todos pero hay quienes eligen desanimarse y hay quienes (Salmo 42:5) eligen creerle a Dios y levantarse. Es tu elección. Aunque vengan momentos difíciles, las puertas de bendición van a abrirse y vas a ver el milagro! En Gálatas 6:9 habla de no cansarse de hacer el bien. Y puede que sea más fácil pelear que estar en paz; o no hacer nada que comprometerse con la obra del Señor. Sin embargo, cuando uno busca hacer y vivir de una manera agradable a Dios, las fuerzas serán renovadas por él mismo y podremos seguir en la carrera hasta llegar a la recompensa!

 

Tal como una semilla recién sembrada necesita tiempo para dejar de ser semilla y transformarse en un árbol, tú también necesitas invertir tiempo haciendo el bien y declarando que Dios está contigo (aunque no lo veas). La gente más importante del mundo, los nombres que resaltaron en la historia fueron personas comunes que no se desanimaron y persiguieron, con determinación, sus objetivos hasta ver su sueño hecho realidad.

 

  1. Continuar tu relación con Dios. Esto se refiere a tu tiempo de oración familiar y a solas, tu tiempo de predicar al que no cree, tu tiempo de servicio en la iglesia. Dios quiere que vuelvas a hacer lo que dejaste de hacer. Aunque nuestro hombre exterior se va desgastando el interior se renueva cada día. Busca un momento para estar a solas con el Señor, busca su, presencia para volver a avanzar y sentirte sólido otra vez porque Dios te va a llevar a la meta!

 

CONCLUSIÓN

 

Es demasiado pronto para desistir. Si tienes cargas que vienen del pasado, es tiempo de dejarlas en el pasado. Quita toda distracción del medio y enfócate en lo que Dios te está llevando a realizar. Sigue adelante porque ¡Dios va a sorprenderte! La fe muchas veces es probada para ver lo que hay realmente en el corazón y para que puedas experimentar la lealtad de Dios. Es donde el fuego vuelve a levantarse y los milagros vuelven a ocurrir. Es fácil darle gracias al Señor cuando uno ve el fruto pero lo hermoso es darle las gracias cuando uno todavía no tiene nada. Dios tiene lo mejor para ti! Corre tu carrera porque Dios es quien está contigo!

 

Preguntas de reflexión:

  1. ¿Todavía tienes peso innecesario cargando sobre tus espaldas? ¿Cómo alivianar el peso?
  2. ¿Cuál es la recompensa del cristiano? ¿Cuál crees que será la tuya específicamente?
  3. ¿Te has sentido desanimado? ¿Cómo deshacerse del desánimo?
  4. ¿Cómo está tu relación con Dios?