La mentira es uno de los males más arraigados en la sociedad

Compra la verdad y no la vendas” Proverbios 23:23

Hace algunos años, el dueño de una cadena de librerías en Inglaterra le consagró su corazón a Cristo. Este cambio, le generó una alegría enorme pero también lo llevó a tomar decisiones en su vida.

Fue así como resolvió un día, negarse a vender los libros de un conocido personaje, dirigido a niños y adolescentes, cuya temática inclu ía fuertes ingredientes de ocultismo y brujería. Su decisión le iba a costar una pérdida aproximada de un millón de dólares, pero él, con su firme actitud, decidió sostenerse en este principio: la verdad no es negociable.

La mentira es uno de los males más arraigados en la sociedad.

La gente se ha acostumbrado a mentir, y la verdad para muchos se ha convertido en un valor relativo.

El problema es que la mentira sencillamente no viene de parte de Dios. Es más, si Jesús es el camino, la verdad y la vida, entonces ¿qué lugar podemos darle a la mentira en nuestras palabras?

Jesús aclaró explícitamente el origen de la mentira:

“(…) el diablo no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira ” (San Juan

8:44)

Básicamente, la finalidad de la mentira es engañar a otro. Puede ser un recurso fácil para salir del paso, o un ardid premeditado para engañar.

¿Por qué se miente?

  1. Hay quienes mienten para aparentar ser lo que no son.

Normalmente surge para aparentar ser mejores de lo que somos, o tener más de lo que tenemos.

La exageración y el fingimiento, son formas de la mentira.

La hipocresía tiene que ver con esto: Con mostrar a todos una fachada que no refleja nuestra realidad. O caminar con una máscara que esconde nuestra verdadera condición. Jesús habló de la hipocresía en el ambiente religioso, los que aparentan piedad, pero sus corazones no son rectos. (Ejemplo, los fariseos).

Caminar una vida en la verdad, es caminar en la luz, sin fingir ni ocultar. Porque Dios conoce nuestra verdadera condición. Ser íntegro, significa ser “entero”, de una sola pieza, igual en todos lados (iglesia, trabajo, familia), igual cuando nos ven y también cuando nadie nos ve.

Debemos mostrarnos tal como somos, personas honestas que amamos a Dios y

podemos reconocer también nuestras flaquezas. Personas que no somos perfectas, pero tenemos un compromiso serio con vivir la Palabra de Dios

Difícilmente tratar de vivir aparentando nos va a llevar a disfrutar de la manera que anhelamos hacerlo. En estos casos, es necesario reflexionar profundamente acerca de cuáles son las cuestiones que nos llevan a mentir o exagerar y sencillamente orar y analizar cómo comenzar el proceso del progreso.

Aparentar es lo opuesto a la transparencia. Y es una pena que un cristiano, que puede lograr metas milagrosas, pierda su tiempo actuando de una manera hipócrita. En Proverbios 21:29 hay una reflexión muy interesante: “El malvado aparenta seguridad, el honrado está seguro de su conducta

Cuando uno vive de manera sincera, disfrutando lo que tiene y preparándose para lo que planea vivir, trabaja y persevera hacia lo que Dios tiene por delante. Pero aunque nadie lo perciba, el Espíritu Santo conoce profundamente cada corazón.

** Actividad: Es un buen momento para separarse en grupos y discutir el significado de Proverbios 13:7, Mateo 6:16, 2 Corintios 12:6 **

  1. Otras personas mienten para eludir el castigo o la disciplina.

Muchas personas mienten para eludir un justo castigo o disciplina, por no querer asumir las responsabilidades de sus actos. Caín le dijo a Dios que no sabía nada de su hermano Abel, para ocultar su pecado (lo había asesinado). Sólo por poner un ejemplo bíblico.

Una virtud de un buen cristiano es hacerse responsable de sus actos. Poder decir “Fui yo”, “Me equivoqué”, “Pequé”. Aceptar las consecuencias y procurar, cuando se pueda, reparar el daño.

Esto genera desconfianza en quienes se dan cuenta de nuestra actitud.

El Espíritu Santo que habita en nuestro corazón, no tiene temor (2 Timoteo 1:7). Por lo tanto, el temor no es de Dios. La mentira, tampoco. Por consecuencia, mentir por temor: es pecado. Aunque uno se sienta una víctima, en realidad tiene que buscar otra postura y enfrentar lo que lo atemoriza con la ayuda de Dios y de nuestros guías y pastores.

No se aflijan por nada, sino preséntenselo a Dios en oración y pídanle y denle gracias también” Fil 4:6

** Actividad: Leer 1 Juan 4:18 y responder ¿Qué atravesaba el apóstol Juan cuando escribió esto? ¿Qué significa el perfecto amor? ¿Cómo podemos lograr sentirnos amados de esta manera? ¿Cómo podemos amar de esta manera? **

Por tanto, no caigas en las redes de las mentiras para aparentar ser alguien que no eres verdaderamente. O bien en el temor a decir la verdad para evitar ser disciplinado. Anímate a enfrentar cada situación con valentía, sabiduría e integridad. Sin dudas, esta actitud te llevará a vivir de una manera acorde con los consejos de Dios. Recuerda siempre: La verdad no se negocia.

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