Creer es mirar por fe lo que Dios te prometió
Texto: San Marcos 10:46-52 Aquí vemos la historia de Bartimeo. Este hombre, a causa de su ceguera, tenía una vida sin futuro, sin fruto alguno. Dependía de las limosnas de quienes, queriendo llegar a Jerusalén pasaban por Jericó. A causa de su discapacidad, no tenía posibilidades para trabajar y mantenerse solo. Había vivido toda su vida en tinieblas, jamás había visto los gestos de un bebé, ni el sol ni siquiera una simple flor. Sin embargo, lo más impresionante es que ni bien recibió lo que tanto anhelaba, el milagro de la sanidad en su visión, en lugar de disfrutarlo…